La fisioterapia de suelo pélvico es una especialidad de la fisioterapia que se centra en la valoración, prevención y tratamiento de disfunciones del suelo pélvico y el abdomen, como la incontinencia urinaria, los prolapsos y otros problemas asociados.

Está indicada para mujeres y hombres de cualquier edad. Es especialmente beneficiosa durante el embarazo, postparto, menopausia, para deportistas y tras cirugías abdominales o pélvicas.

No. Mi prioridad es tu comodidad. Realizo todas las valoraciones y tratamientos con la máxima delicadeza y explicando cada paso para garantizar una experiencia positiva y sin dolor.

La primera valoración es un estudio completo y personalizado de tu suelo pélvico y abdomen, indicado para cualquier persona con molestias o disfunciones en la zona, y suele incluir:

– Historia clínica detallada: antecedentes médicos, cirugías, síntomas actuales y objetivospersonales.

– Evaluación postural y de la faja abdominal: especialmente del músculo transverso del abdomeny la posible diástasis abdominal.

– Exploración del suelo pélvico: puede incluir palpación interna para valorar tono muscular, cicatrices, fuerza, sensibilidad y coordinación.

– Ecografía funcional: disponible en todas las clínicas donde atiendo, permite ver de forma precisa y visual el funcionamiento del suelo pélvico y la musculatura abdominal.

– Educación y pautas personalizadas: ejercicios, hábitos posturales y cuidados diarios.

Esta valoración permite diseñar un plan de tratamiento adaptado a tus necesidades y objetivos, asegurando un cuidado eficaz y seguro, tanto para mujeres como hombres, jóvenes o adultos.

No necesitas preparar nada especial. Solo:

Ve cómoda con ropa que te permita moverte y acceder a la zona abdominal y pélvica. Lleva tu información médica: antecedentes de cirugías, partos, tratamientos o cualquier síntoma relevante.

Prepárate para preguntas sobre tu historia clínica, hábitos, molestias y objetivos personales.

Puedes acudir a la consulta de fisioterapia del suelo pélvico en cualquier momento en que notes molestias, síntomas o dificultades relacionadas con esta zona. Algunos motivos comunes incluyen:

• Pérdida de orina o sensación de no poder controlar la vejiga.
• Dolor o tensión en la zona pélvica, lumbar o abdominal.
• Sensación de pesadez o “bulto” en la vagina o el recto.
• Dificultad durante el embarazo, postparto o tras cirugías pélvicas.
• Problemas sexuales como dolor durante las relaciones o disminución de la sensibilidad.

En el caso del postparto, se recomienda acudir:

• Parto vaginal: a partir de la semana 6.
• Parto por cesárea: a partir de la semana 8.

No es necesario esperar a que los síntomas sean graves; cuanto antes se consulte, más efectivo suele ser el tratamiento. También es recomendable acudir de manera preventiva, por ejemplo durante el embarazo o después del parto, para fortalecer el suelo pélvico y evitar problemas futuros.