Una de las preguntas más frecuentes tras dar a luz es sobre el momento ideal para retomar el cuidado del propio cuerpo, y la consulta de suelo pélvico es una de las citas más importantes en esta etapa. Generalmente, se recomienda esperar a que pase la cuarentena, es decir, unas seis u ocho semanas después del parto, para realizar la primera valoración. Este periodo, conocido como puerperio inmediato, permite que el cuerpo inicie su proceso de recuperación natural, que los tejidos comiencen a cicatrizar y que el útero vuelva a su tamaño original. Acudir antes de tiempo podría no darnos una imagen real del estado de las estructuras, mientras que esperar demasiado puede llevar a la cronificación de posibles disfunciones.
El objetivo de esta primera visita posparto es realizar un chequeo completo para evaluar las posibles secuelas que el embarazo y el parto (ya sea vaginal o por cesárea) hayan podido dejar en el cuerpo. No se trata solo de «recuperar la figura», sino de asegurar la correcta funcionalidad de estructuras clave para nuestra salud. En esta consulta se evalúa el estado de la musculatura del suelo pélvico, la competencia de la faja abdominal para detectar una posible diástasis de los rectos, la presencia de cicatrices (episiotomía, desgarro o cesárea) y su correcta movilidad, así como la estática pélvica para descartar la aparición de un prolapso. Es una revisión fundamental para prevenir problemas futuros.
Es crucial entender que la ausencia de síntomas evidentes como la incontinencia urinaria no significa que no sea necesaria una valoración. Muchas disfunciones pueden ser silenciosas al principio y manifestarse meses o incluso años después. Un suelo pélvico debilitado o una faja abdominal incompetente pueden no dar problemas inmediatos, pero sí ante futuros embarazos, con la llegada de la menopausia o con la práctica de deportes de impacto. Por lo tanto, esta consulta tiene un carácter preventivo de enorme valor, sentando las bases para una recuperación segura, consciente y adaptada a tu caso particular, evitando prácticas perjudiciales como los abdominales tradicionales.
La recomendación de esperar la cuarentena es una pauta general, pero cada mujer y cada posparto es un mundo. Si durante esas primeras semanas aparecen síntomas muy molestos como un dolor agudo, una incontinencia severa o una sensación de pesadez o bulto muy marcada, es importante contactar con un profesional para recibir pautas iniciales de cuidado. Además, es fundamental recalcar que nunca es tarde para acudir. Si han pasado meses o años desde tu parto y sientes que algo no funciona bien, una valoración sigue siendo igual de importante y efectiva para recuperar tu calidad de vida.
En resumen, la visita de valoración posparto es un regalo que le haces a tu salud a largo plazo. Es el momento de resolver dudas, entender los cambios que ha experimentado tu cuerpo y recibir una hoja de ruta clara para tu recuperación. Esperar a que pase la cuarentena es lo ideal para tener una visión global, pero lo más importante es no dejarlo pasar. Cuidar tu suelo pélvico y tu abdomen después de dar a luz es tan fundamental como cuidar de tu bebé, pues una madre sana y fuerte puede disfrutar de su maternidad con plenitud.