La diástasis abdominal, o diástasis de los rectos, es la separación de los músculos rectos del abdomen como consecuencia del daño o estiramiento excesivo del tejido conectivo que los une, conocido como la línea alba. Aunque puede afectar a cualquier persona, es extremadamente común en mujeres durante el embarazo y el posparto. Durante la gestación, el útero en crecimiento empuja los músculos abdominales hacia los lados para hacer espacio al bebé, lo que provoca que la línea alba se estire y se debilite. Esto no es una patología en sí misma durante el embarazo, sino una adaptación fisiológica y necesaria del cuerpo. El problema surge cuando, tras el parto, esta separación no se recupera de forma espontánea y permanece en el tiempo.
Una diástasis abdominal no es solo una cuestión estética, como tener un abdomen más abultado o flácido. Su importancia radica en su impacto funcional. La faja abdominal es el núcleo de nuestra estabilidad, trabajando en sinergia con la espalda, el diafragma y el suelo pélvico. Cuando la línea alba está debilitada, esta faja pierde su competencia, lo que puede provocar dolor de espalda, malas digestiones, hernias umbilicales y un mayor riesgo de sufrir incontinencia urinaria o prolapsos, ya que la presión interna del abdomen no se gestiona correctamente y recae directamente sobre el suelo pélvico. Por tanto, su tratamiento es fundamental para la salud integral.
La evaluación de la diástasis debe ser realizada por un profesional cualificado. En la consulta, la valoración va más allá de medir simplemente la distancia en centímetros entre los rectos. Utilizando la palpación y, en ocasiones, la ecografía funcional, evaluamos no solo la separación, sino también la profundidad y la capacidad de respuesta del tejido conectivo. Comprobamos si la línea alba es competente, es decir, si puede generar tensión al activar la musculatura profunda del abdomen, como el transverso abdominal. Esta información es crucial, ya que una diástasis funcional y competente es mucho más importante que una diástasis anatómicamente cerrada.
El tratamiento de la diástasis abdominal se basa en un programa de ejercicio terapéutico específico y progresivo. Lejos de los abdominales tradicionales, que pueden incluso empeorar la condición, nos centramos en la reeducación y activación de la musculatura profunda. Se utilizan técnicas como los ejercicios hipopresivos, el trabajo con el transverso abdominal y la reeducación de la respiración y la postura. El objetivo es devolver la tensión funcional a la línea alba y restaurar la sinergia entre el abdomen y el suelo pélvico, mejorando así tanto la apariencia como, sobre todo, la funcionalidad del core.
En resumen, la diástasis abdominal es una condición muy común pero que requiere atención profesional para una correcta recuperación. Ignorarla puede derivar en problemas de espalda y suelo pélvico a largo plazo. Una correcta evaluación nos permite diseñar un programa de recuperación seguro y efectivo, adaptado a tus necesidades, para que puedas restaurar la integridad de tu faja abdominal y recuperar la fuerza y la estabilidad desde el centro de tu cuerpo.